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Oración en estado de alerta
"Interrumpimos esta programación para traerles un informe especial..." "Nos acaba de llegar..." "Ahora vamos en vivo a..." "Toda la atención está centrada en..."
Los mensajes que comienzan así, acompañados a veces de más información en la parte inferior de la pantalla del televisor, hace que nos demos cuenta instantáneamente de que, algo importante ha ocurrido. Incluso, aunque el volumen esté bien bajo, las imágenes pueden indicar urgencia, tensión, disturbios.
Bienal de São Paulo, 2012 - Foto: Edésio Ferreira Filho
Respondamos a las noticias con inteligencia.
En esta era de comunicación instantánea, la información viaja a la velocidad de la luz, y los beneficios son enormes. Es bueno estar informado. Poder saber casi de inmediato lo que está ocurriendo es útil en todo sentido, ya sea para que una persona encuentre los últimos datos de la bolsa de valores o el resultado de su deporte favorito, o para que toda una ciudad pueda buscar refugio y escapar del paso de un tornado.
No obstante, se debería colocar una advertencia en la corriente de imágenes e información que ha llegado a ser parte de nuestra vida diaria. Podría decir algo así como: "Piensa por ti mismo". Especialmente, cuando las noticias son muy graves y aterradoras, hay una tendencia a que prevalezca la mentalidad que afecta a grupos masivos.
El miedo engendra más miedo. La ira promueve más ira. Y a veces, la información que produce perturbación se transforma en una entidad en sí misma, algo que se adueña de nosotros en lugar de servirnos. Parece decir: "Tienes la obligación de sentirte temeroso/perturbado/horrorizado". "Las cosas realmente están muy mal".
Aun cuando las noticias sean de una tremenda explosión en un lugar público o de amenazas terroristas para provocar pánico, es necesario distinguir entre lo que es ser informados y ser perturbados. La primera opción nos permite pensar con claridad y tomar buenas decisiones. La segunda, promueve la sensación de que estamos indefensos y que no podemos pensar por nosotros mismos ni ayudarnos los unos a los otros.
Esta revista y sus publicaciones hermanas, entre ellas el diario The Christian Science Monitor, fueron establecidas sobre la base de que el público necesita saber la verdad para que, como ciudadanos, piensen y oren de una mejor manera, y tengan una papel activo en la resolución de los conflictos mundiales.
Hay una clara diferencia entre la actitud pasiva de ver y absorber imágenes aterradoras, y la actitud alerta que no ignora las noticias, sino que responde a ellas de una manera que contribuye a tranquilizar a toda la población, aportando iluminación, en lugar de echar más leña al fuego. Esto implica buscar el poder de Dios y saber que no hay situación en la cual Él no pueda ayudarnos.
La oración es una respuesta poderosa a las noticias inquietantes, es una actividad mental que tiene efectos sanadores en la vida de la gente individualmente y, en consecuencia, en las comunidades y naciones. La oración da resultado incluso cuando pasamos por momentos alarmantes.
En oración podemos ir a lo que la Biblia llama el "abrigo del Altísimo". 1 Cuando el propósito es prestar atención a la Mente divina, el sentirnos bajo ese abrigo puede ser para el bien de todos, y no solo para nuestro beneficio personal.
Jesús es un modelo de lo que significa orar incesantemente. La Biblia dice que en un momento dado él fue amenazado por la conspiración de sus críticos que querían destruirlo. Cuando Jesús se enteró "se apartó de allí". Pero él no lo hizo en vano. Las Escrituras continúan diciendo que "le siguió mucha gente, y sanaba a todos". 2
Esta respuesta orientada a encontrar soluciones a las malas noticias puede que a veces requiera un esfuerzo de parte nuestra. Puede que sea necesario sacrificar la pasividad de dejar que se nos informe y entretenga, así como la fascinación negativa que se siente al ver la gravedad de los sucesos mundiales. No obstante, podemos al mismo tiempo mantenernos tan informados como sea necesario.
Entre el ruido de los tambores de guerra y las crecientes amenazas terroristas, he aquí algunas preguntas que podrían ayudarnos, mediante la oración, a separar la cizaña, o sensacionalismo, del trigo, o evaluación inteligente de las noticias:
• La información que recibo ¿me está exigiendo que me una al pánico colectivo, o me está motivando a encontrar soluciones?
• ¿Me siento culpable por apartarme de los titulares lo suficiente como para recurrir a Dios?
• ¿Me siento con la capacidad de desafiar las noticias amenazadoras que presentan los medios de comunicación, mediante la oración?
• ¿Tengo acaso que sacrificar el don de la guía divina individual en tiempos de temor colectivo generalizado?
• ¿Le dedico a Dios el tiempo suficiente, en comparación con el que dedico a la televisión y a los programas de entrevistas por radio?
El mundo nos necesita a todos ahora mismo. Necesita que estemos alertas, informados, y no manipulados por la información. Necesita lo mejor que tenemos para dar: nuestras oraciones.
Citações: 1 Salmo 91:1. 2 Mateo 12:14, 15.
Fonte: Redator " El Heraldo de la Ciencia Cristiana" - maio de 2005.
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